"La verdad es que la mayoría de las mujeres son débiles, ya sean mortales o inmortales. Pero cuando son fuertes, son absolutamente imprevisibles". (Anne Rice)
Wednesday, December 23, 2009
Departure
Y bueno. En la recta final. Resuelto el dilema, nos vamos el 4 de enero. Esa conciencia de “días contados” no deja de ser un dolor. Todo, el clima, la hermosa lluvia, el lodo de los pueblos, las palabras callejeras, los hábitos de los desayunos, los panetones con uvas, la manicure, los sucios piropos, las viejas y codificadas rencillas, todo es de una lucidez que lastima.
Sin embargo, estamos juntos. Y siempre tendremos este lugar.
¿Pudo haber sido diferente? Sí, claro. Todavía puede ser diferente. Pero de algún modo, no. Creo que cuando un vector activa su fuerza, hay un solo resultado “lógico”. Lo otro es una aberración. Y no estoy siendo moralista. Cuando digo “aberración”, lo digo más bien en dos de los siete sentidos a los que alude la RAE:
“Grave error del entendimiento”.
“Desvío aparente de los astros, resultante de la combinación de la velocidad de la luz con la de los movimientos de la Tierra”.
En humildes palabras: la carga eléctrica de las acciones son las intenciones. Una intención es una voluntad, una voluntad es una ética. Una ética es una estética. Una estética es el cómo finalmente se manifiesta la vida, su concreto formato, el espejo real de todas esas decisiones. Cualquier desvío de esa mimesis es una aberración.
De modo que Alejandro, Irene y yo nos tenemos que ir. Mis acciones fueron siempre demasiado literarias, y ellos, por su bien y por su mal, son mis hijos.
Míos.
Pero en fin, no estamos aquí para hacer performances de madrazas (me quedarían impostadísimas, por otra parte), sino porque es justo en esta época que se nos da por evaluar el año, lo vivido y lo que vendrá. Y lo que vendrá, en mi caso, precisa de algunos desplazamientos que está bajo mi poder hacer.
Por eso, ahora es necesario irse. Volver a irse.
Seis maletas, 23 kilos each. 138 en total. Nuestros objetos amados ahí. Algunos libros, algunas muñecas, algunos discos, nuestros medicamentos, nuestras secretas adicciones. Nosotros.
Qué poderosa palabra, qué fantástico escudo es ese: “nosotros”. Mi “yo”, la bandera que siempre he enarbolado orgullosa, hasta se debilita dulcemente para dar paso a ese nuevo concepto sobre el que quiero volver a empezar.
Nosotros.
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!Qué lección de lucidez! Le temo a la palabra "madurez" porque me suena a misa sacra... Felices fiestas y un 2010 con todas las suertes a tu favor... Abrazos!
ReplyDeleteMe siento tan orgullosa de tenerte como amiga confidente y como ejemplo de mujer que lucha por sus sueños a toda costa siempre, sin mendigar oportunidades, sino gestionándolas y aprovechándolas y sobre todo porque le da la gana de cumplir sus metas y anhelos.
ReplyDeleteMuchas fuerza a los tres en esta nueva experiencia como familia....Besos
A,
ReplyDeleteEn este día 13, y conjurando todas las buenas cábalas,va también mi deseo de que el 2010 sea de plenitud para vos.
Lulex,
ReplyDeleteHermoso lo que me decís. Me gusta esa idea de no mendigar, o de aceptar que cada día mendigamos un poco, un poco de amor, un poco de tolerancia, un poco de paciencia, pero que siempre hay un necesario retorno a la tierna arrogancia.