Wednesday, November 25, 2009

Llamadas telefónicas


El otro día estuve leyendo un hermoso post en el blog de Javier Payeras. Era un cuento o una escena, da igual. Un escritor inédito con insomnio piensa por un segundo en llamar a su agente literario y pedirle mil dólares, un apartamento y otras cosas necesarias para ser feliz. Decide, claro, salir a caminar por el barrio.

Yo, si pudiera, saldría también a caminar por el barrio, pero hay fatalidades y fatalidades, y algunas más vale no rozarlas ni con el pensamiento. De modo que opto por la llamada telefónica.

¿Aló?, dice Pepo Paz, maravilloso editor de Bartleby. Yo atravieso estoicamente la abstinencia de mi pastilla color vainilla, pero él no lo sabe y no le afecta; allá es mediodía. Le cuento que una vez tuve miedo de que él no existiera, de que detrás de sus bienaventurados emails hubiera una identidad usurpada, alguien divirtiéndose con la ansiedad de una escritora. Ha sido un alivio haber podido abrazarlo en el castillo gótico de Alcalá. Sí que eres paranoica, Gio, dice Pepo, impaciente. Corre entre librerías, colocando títulos -tus Niñas y detectives pegan, eh?-, un experto de la edición independiente, sin duda. Y bueno, en parte es eso lo que me hace escribir, me justifico, la paranoia, el miedo... Pepo me tranquiliza. Más allá del negocio, Gio, más allá del corre-corre, por encima de todo, dice, tienes mi amistad.

Tienes mi amistad.

Esa noche duermo como un ángel.

El miedo, sin embargo, no se irá nunca. Tiemblo cuando leo las buenas noticias que me manda. No me he atrevido a ponerlas en mi blog por un innecesario pudor. Pero luego asumo que no se trata sólo de mí, no se trata siempre de mí, come on, se trata también del trabajo de Pepo. Yo soy editora y lo sé. Así que esta noche, antes de darle batalla al monstruo invisible de la Súper Conciencia, voy a linkear un par de nuestras great news:

Un banner (que estará dos semanas) en un página muy divertida.

Una reseña en el sitio de la Escuela de Letras.


Good night, Pepo. O que sea un lindo día de niebla invernal. Estamos lejos pero cerca.

5 comments:

  1. Hola, Gio, qué mala que eres. Mira, te has dejado este otro enlace (imagino que también por pudor):

    http://www.elplacerdelalectura.com/2009/11/ninas-y-detectives-giovanna-rivero.html

    Un beso de buenas noches. Lloviendo en el otoño madrileño.

    ReplyDelete
  2. Sí, sí... Gracias! Es que es tan bonito lo que está pasando con el libro que cuido cada link tuyo como si fueran bombones italianos en una caja camuflada al fondo de refri.

    ReplyDelete
  3. Me uno a los urras, y gracias por contagiarnos de buena vibra... Felicidades!

    ReplyDelete
  4. Gracias, amigos. Gracias con venia renacentista.

    ReplyDelete