Monday, August 2, 2010

Made in Bolivia


¿Por qué será que al cine se le reclama, en general, más verosimilitud que a la literatura? Una novela que se postule como histórica, por ejemplo, puede hacer de la anacronía una lectura subversiva, la revelación de un suceso escondido; en cambio, una película que en mayor o menor medida ofrezca un sesgo social no puede tomarse demasiadas libertades poéticas so riesgo de ser infiel al referente que pretende reflejar. Sé que es una pregunta retórica, pues el signo del cine no solamente es de una iconicidad evidentemente ostensiva, sino que se asienta en la secuencia, esto es, en un lógica parecida a la progresión del tiempo histórico.

Breve preámbulo para apuntar alguito más sobre la película Zona Sur, del cienasta boliviano Juan Carlos Valdivia: Puede que haya demasiada belleza y demasiada civilidad en las relaciones sirvientes-patrones que dan carne a la trama, pero esta "distorsión", esta "deformidad" (como algunos han reclamado), también puede ser interpretada como una declaración de principios, un anhelo, el tímido deseo de una nueva utopía. Lo hermoso de esta peli es que se presta a una lectura multidimensional. Me quedé, pues, corta en la reseña que escribí para www.escritoresdelmundo.com.

Como sea, la melancolía siempre es celebrable en un relato que tiene la osadía de suceder en simultáneo a su referente; esto es, mientras el país cambia, se convulsiona, se disfraza, sangra y goza.

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